Sistema Digestivo

El camino de los Alimentos

EL aparato digestivo empieza en la boca: en ella los alimentos son triturados por los dientes, y mezclados con la saliva, que es el primer jugo digestivo. De la boca pasan, a través de la faringe y del esófago, al estómago donde el bolo alimenticio, ósea los alimentos masticados y la saliva, se mezcla con los jugos gástricos. El estómago es como una bolsa en movimiento, y su capacidad es de un litro y medio aproximadamente.
En el estómago comienza el proceso de la digestión propiamente dicho; este proceso, que puede durar de dos a tres horas, es ayudado por los movimientos peristálticos del estómago que hacen que el bolo alimenticio se mezcle bien con los jugos gástricos segregados por las glándulas del estómago.
Los jugos gástricos son ácidos muy poderosos, capaces de reducir a pulpa casi cualquier alimento que les llegue; su acción convierte al bolo alimenticio en un líquido espeso llamado quimo. Cuando salen del estómago, los alimentos ya están fragmentados en componentes químicos muy simples.
A través de los diez metros de intestinos 

El píloro es el esfínter que está al final del estómago, y se abre para dejar pasar el quimo al duodeno. Allí el quimo se mezcla con las secreciones del hígado (la bilis) y del páncreas (jugo pancreático) lo que lo convierte en un líquido más claro, el quilo. Este pasa al yeyuno, la parte más extensa del intestino, en el que hay diez millones de vellosidades intestinales encargadas de absorber, es decir aprovechar, los nutrientes.

El tramo final

En el intestino, o colon, acaba el proceso de la digestión. La mucosa del colon absorbe el agua y convierte los residuos no digeridos en las heces, que son expulsadas al exterior a través del recto y del ano.